viernes, 15 de junio de 2012

Características del lenguaje verbal


Autores como S. Cazacu (1970), piensan que el lenguaje constituye un instrumento para la comunicación social desde los primeros momentos de la vida. Numerosos investigadores están de acuerdo en que es en las situaciones de relación interpersonal, en las que se dan la concurrencia de los estímulos necesarios para el desarrollo del lenguaje, y que es, por lo tanto en dichas situaciones, en las que hay que estudiarlo. Por tanto, es en las situaciones sociales donde se conforman las características del lenguaje a través de la interacción de las propias estrategias mentales, sociales y lingüísticas con las de los demás participantes de la conversación, y de manera específica, a través de:
·         La consideración de las características de los discursos de otros
·         La relación entre lo que se dice y lo que no se dice
·         La relación entre los planos de actividad lingüística y mental
·         La relación entre el lenguaje verbal y otros lenguajes.
         Al parecer, el lenguaje se desarrolla según estados de equilibración en los que el niño elabora estructuras gramaticales provisionales que a través de la interacción social y mediante las influencias que en ella recibe, irá modificando hasta construir una nueva estructura o acceder a un nuevo estado de equilibrio. Este proceso de perfeccionamiento de la expresión tiene lugar no solo en el terreno de la morfosintaxis, sino también en el de la semántica, con enriquecimiento de los matices significativos de las palabras y de la adquisición de nuevos conceptos. En resumen, la situación grupal constituye un contexto de influencias que inciden de manera intensa en el dominio lingüístico en todas sus dimensiones.
         Dentro del contexto grupal, la influencia más intensa la recibe el niño del adulto, de las personas mayores que con él se relacionan e incluso con otros niños que son algo mayores y se encuentran por lo tanto en un período evolutivo y de aprendizaje superior.
         Se ha investigado cómo desde los primeros momentos de la vida las protoconversaciones madre-hijo constituyen ya un valioso instrumento para el aprendizaje de los componente básicos de la conversación.
La comunicación verbal puede realizarse de dos formas:
·         Oral: a través de signos orales y palabras habladas
·          escrita: por medio de la representación gráfica de signos.
El lenguaje oral comienza a aprenderse desde los primeros momentos de la vida y se utiliza de manera continua en prácticamente todas las formas de relación interpersonal y grupal de la vida cotidiana, por lo que llega a naturalizarse, a convertirse en una característica eminentemente humana. La comunicación oral es un claro ejemplo de situación en la que se ponen en práctica un considerado compendio de actividades psicosiociolingüisticas con predominio a veces de los componentes mentales, otras de la regulación de la relación personal y social y otras, finalmente, de los lingüístico-expresivos. En este sentido, desde una perspectiva pedagógico-didáctica, se estima que es necesario el desarrollo en la persona de la capacidad de reflexión sobre su actividad comunicativa, porque puede convertirse en el punto de partida de actividades de autocontrol y perfeccionamiento. A esta capacidad se la suele denominar “metalingüística” para significar así su diferenciación respecto a las actividades lingüísticas o de uso directo del lenguaje.

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